CRÓNICA | Via Crucis del Consejo Local de HH y CC

El día amanecía cubierto tal y como vaticinaban los pronósticos. Sobre la memoria pesaba el traslado frustrado del Stmo. Cristo del Amor para la celebración del Vía Crucis por las calles de nuestra ciudad en 2013. No obstante, cuando el reloj marcaba las 18 de la tarde, la cruz de guía cruzaba el dintel de la capilla de Ntra. Sra. del Carmen para comenzar el traslado hasta la parroquia de Santa María de la Mesa. Un nutrido grupo de hermanos acompañaban a nuestro titular con cirios y palermos. A la llegada al monumento de San Juan Bosco frente al Colegio Salesiano se realizó una ofrenda floral como cada Martes Santo. Recorriendo las calles que durante muchos años fue el recorrido habitual de nuestra hermandad llegaba el cortejo a la parroquia de Santa María. En la puerta del Sol nos recibía el párroco de la misma, D. Joaquín Reina. En el momento en el que realizó su entrada las andas que portaban a la imagen del Cristo del Amor se situaron en una de las naves laterales, a los pies de Señor Atado a la Columna de la hermandad de los Aceituneros.

En su interior se celebró la eucaristía y a su término comenzó el rezo del Via Crucis por las calles de nuestra ciudad. Una gran presencia de cofrades y devotos se agolparon sobre la calle Sor Marciala de la Cruz y durante buena parte del recorrido para acompañar al Señor. Con gran solemnidad se fueron rezando cada una de las estaciones del Via Crucis hasta que en las inmediaciones de la parroquia de Santiago y al poco de finalizar la duodécima estación comenzó a aparecer la lluvia, de forma sutil pero persistente. Ello obligó a tomar la determinación de alcanzar el templo parroquial lo antes posible para ponerse a cubierto y proseguir el rezo de las restantes estaciones en su interior.

En las naves parroquiales sorprendía el ambiente lúgubre solamente interrumpido por la iluminación del altar de cultos del Stmo. Cristo de Santiago que en esos momentos presidía el altar mayor tras haber realizado sus cultos la pasada semana. Mientras entraba el cortejo y desde el órgano parroquial se entonaba la hermosa marcha de Alberto Escámez, ''Cristo del Amor''. Una vez que las andas que portaban la imagen del Señor alcanzaron la nave central y a los pies del altar mayor se procedió a continuar el rezo de las restantes estaciones. El ejercicio del Via Crucis finalizaba poco después con una oración a la Stma. Virgen. A su término tomaba la palabra el párroco de Santiago, D. Juan Luis Rubio que invitaba a la hermandad a tomar con calma cualquier decisión ofreciendo hasta cuando fuera necesario el cobijo de sus naves.

La Junta de Gobierno se reunió en la sacristía para anunciar al poco tiempo y en manos de nuestro Hermano Mayor la decisión de regresar a nuestra sede.

Con gran celeridad se volvió a organizar el cortejo para emprender el camino de regreso. Conforme se bajaba la cuesta de Santiago volvió a aparecer de nuevo una débil llovizna que obligó a apresurar el paso y acortar el recorrido transitando por la Plaza del Altozano, Virgen de Consolación y San Juan Bosco. A destacar el enorme esfuerzo realizado por todos nuestros hermanos y en especial los portadores que en tan sólo tres chicotás alcanzaron los muros del Carmen.

Pese a la aparición de lluvia no desdibujó en ningún momento la solemnidad del Vía Crucis así como tampoco la ilusión de muchos hermanos que esta vez sí pudieron ver su sueño cumplido de volver a ver al Stmo. Cristo del Amor presidir el Via Crucis del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Utrera.