A la memoria volvían personas, recuerdos, experiencias, deseos e ilusiones sobre cómo era vivir un Martes Santo con normalidad. Desde hacía varios días se venía barruntando que tanto el Lunes como el Martes Santo serían días difíciles. Todos nos aferrábamos a la esperanza de que se cumplieran las previsiones metereológicas que invitaban a pensar que, aunque el día amaneciera un tanto desagradable, habría una clara mejoría a última hora de la tarde. Pese a la temida amenaza de lluvia nada impediría que se pudiera vivir con intensidad los primeros compases del Martes Santo.
Al término de la misma y como cada Martes Santo, un amplio grupo de nuestra Hermandad se acercó a realizar una ofrenda floral al monumento a San Juan Bosco, fundador de la congregación salesiana.
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Ofrenda floral al monumento a San Juan Bosco |
Por la tarde el sol hacía su presencia tímidamente entre las nubes. Conforme avanzaba la jornada, cuando ya los nazarenos de los Estudiantes copaban las calles de nuestra ciudad para dirigirse a la basílica de María Auxiliadora el cielo se tornaba cada vez más oscuro. En el interior del templo no se repartían los cirios quedando a la espera de que se tomara una decisión. En el patio de los naranjos los costaleros preparaban sus ropas y se sucedían los homenajes cuando el agua hizo de repente acto de presencia. La banda de Ntro. Padre Jesús Nazareno y la banda de música municipal de Arahal se guarecían entre el patio de fiestas y el mismo patio de los naranjos. El último parte metereológico no ofrecía garantías sobre una suficiente estabilidad metereológica como para realizar la salida procesional en condiciones de seguridad. A todo ello se sumaba además la probabilidad de que las lluvias vinieran acompañadas de tormentas. La situación estaba clara. Veinte minutos antes de la hora acordada la Junta de Gobierno, a través del Hermano Mayor, confirmaba con la voz entrecortada el peor de los presagios. La Hermandad de los Estudiantes no realizaría estación de penitencia en la tarde del Martes Santo. Un gran aplauso se sucedió tras la decisión que, aunque siempre difícil, lo era aún más si se echaba la vista dos años atrás. No se tardaría mucho en confirmar que la decisión adoptada era la correcta. La lluvia terminaría haciendo su aparición con más fuerza acompañada de tormentas y por momentos incluso de granizo.
El Martes Santo es nuestro día grande. Es el día en el que los hermanos de los Estudiantes hacemos protestación pública de fe por las calles de nuestra ciudad. No obstante no podemos olvidar que aunque seamos cofradía una vez al año seguimos siendo Hermandad los 365 días restantes.
Hoy mismo comienza la cuenta atrás. Volvemos a restar martes al calendario con la ilusión y la esperanza de volver a vivir un nuevo Martes Santo.